19 dic 2010

Capítulo 12.

Sábado, 15:32.
Carmen.
Allí está. Lleva unos vaqueros anchos y una camiseta azul que deja ver sus boxers naranjas. Hoy no lleva cresta, lleva una gorra del mismo color que la camiseta, puesta hacia un lado. Lleva puestas unas gafas de sol. Carmen la saluda desde la silla en la que se ha sentado, en una pequeña mesa en la esquina del restaurante. Su chica le sonríe con esa sonrisa que tanto le gusta a Carmen.
- Hola cariño.
Se dan un suave beso en los labios, un pequeño roce.
- Siento llegar tarde, de verdad. Yo...
- Shh.- Carmen la calla colocándole su dedo índice sobre la boca de su novia.
Laura hace el amago de mordérselo, pero su chica lo aparta rápidamente y la besa en los labios.
- Si que tienes hambre, ¿no?
Laura sonríe. Le encanta esos puntos que tiene su chica a veces.
- No como nada desde ayer por la tarde. ¡Estoy hambrienta!
Las chicas sonríen y se sienta. Piden y conversan alegremente. Pero Laura no está muy contenta esa tarde. Se encuentra vacía, apática. Y es que ha vuelto a engañar a su chica. Y la quiere. Pero también siente algo por Paula y no sabe que hacer. No puede querer a dos personas a la vez, ¿verdad? No, está claro que no. Por Carmen siente amor. Pero por Paula... Siente deseo. Y cuando está con ella se olvida de todo, incluso de su chica.




Sábado, 15:40.
Paula.
Pobre. Se preocupa por nada. Paula ha hablado con su amigo Alex, ha comido y ahora está sentada frente a su ordenador, mirando unas fotos nuevas de su Tuenti. Ha decidido que dentro de un rato llamará a Laura y aclarará las cosas con ella. Aunque no sabe muy bien que es lo que tienen que aclarar. Ha pensado en volver a quedar con ella, en decirle todo lo que siente. Pero su cabeza le dice que debe olvidarla, que no es lo mejor para ella. Pero no sabe que hacer. Esa chica realmente le atrae. Es la primera vez que siente eso por una chica. Piensa que a lo mejor sería feliz con ella, que debería salir con ella. Pero no está segura. Laura tenía novia, ¿no? No quiere ser el segundo plato de nadie. O ella o su novia. Sí, la llamará y le dirá eso. Que elija. Si no la elige a ella la olvidará y seguirá por su camino ahora que puede, pero si la elige... ¡Ojalá la elija! Está casi segura de que sería feliz a su lado. Ya está. No puede esperar más. Busca el papelito con su número de teléfono y lo marca. Pulsa la tecla de llamar. Tiene que aclarar las cosas.

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