12 dic 2010

Capítulo 5.

Miércoles, 17:02.
Paula.
Debe hacer algo ya. No puede seguir con esta situación. Debe olvidar a esa chica como sea. No sabe que hacer. Se quiere morir... ¿Qué puede hacer? Piensa. Piensa... ¡Ya está! Debe buscarse a otra persona, alguien que ocupe su mente. Otra persona en la que pensar. Alguien que la quiera y que la haga olvidarse de Laura. ¿Pero qué hace? ¿Conocer gente nueva? ¿Recurrir al pasado? Quizás haya alguien que la quiera. Piensa en sus compañeros de estudio, en sus vecinos, sus amigos... ¡Alex! Es el primer nombre que se le viene a la cabeza. No. Alex es su amigo, es imposible que la quiera. Pero si es cierto que siempre ha habido una atracción entre ellos, siempre ha habido una buena conexión. Pero no. Son amigos. Amigos desde siempre. ¿Cómo va a gustarle a él?




Miércoles, 22:27.
Carmen.
Acaba de llegar a su casa. Ha estado toda la tarde en casa de Laura, haciendo un trabajo. Bueno, supuestamente habían quedado para eso, pero la casa estaba sola y se olvidaron del trabajo. Recuerda todo lo que han hecho... ¡Es tan feliz! Laura la hace tan feliz... Laura. Recuerda cuando la connoció. No se fijó para nada en ella, bueno, es que eso era lo normal. En ese tiempo Carmen no se fijaba en las chicas, nunca le habían gustado. Pero Laura la cambió. Recuerda todo, al principio Carmen pensaba que Laura sería la típica marimacho que le tiraba a todas las tías. Pero no. Recuerda que Laura se sentaba a su lado siempre que podía, intentaba estar con ella siempre, hablar con ella, conocerla. Carmen se dio cuenta de que era una gran chica y se hicieron muy amigas. Se sentaban juntas en clase, salían con amigos... Laura fue entrando en su corazón poco a poco. La hacía reír, la comprendía en todo y la ayudaba siempre. Siempre sabía que decir en el momento indicado y siempre que la miraba a los ojos la hacía sentirse especial, porque veía ese brillo que tiene Laura, ese brillo que la hacía sentirse única. Y se dio cuenta de que quería estar siempre con ella, que cuando no estaban juntas la echaba de menos.
Y un día, 12 de Diciembre, Laura le dijo todo lo que sentía por ella. Le dijo que desde el primer momento  que la vio sintió algo especial, y todo eso sin dejar de mirarla a los ojos, con mucha confianza, quizá demasiada. Laura la cogió de las manos. Y con una pequeña y simple frase, empezó todo:
-Te quiero.
Cuando Carmen escuchó eso se dio cuenta de lo que sentía. Se dio cuenta que era lo que más deseaba escuchar en ese momento. Sonrió. Con esas dos simples palabras, Laura la hizo feliz. Carmen no pensó en nada, pero un pequeño impulso hizo que besara a Laura, otra cosa que deseaba hacer sin darse cuenta, hacía tiempo.

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