9 dic 2010

Capítulo 2.

Domingo, 10:30.
Paula.
Esa noche ha vuelto a soñar con ella. Ya se acuerda de su nombre, Laura. Ya se acuerda de todo. Era una chica más alta que ella, con el pelo corto, de punta hacia un lado. Eso fue lo que primero le llamó la atención, la cresta. No supo adivinar desde un principio si era un chico o una chica, pues iba vestida con unos pantalones anchos y una camiseta que no dejaba ver lo que se ocultaba en su interior. Pero fue su cara la que le hizo ver que era una chica. Su mirada y su sonrisa. Era una sonrisa preciosa. Era como si cada vez que sonreía cuando la miraba a ella todo el mundo se parara y solo quedaran ellas. Laura y Paula. Paula y Laura. Sus ojos y su sonrisa la hicieron sonreír y que se dejase llevar.
Pero todo aquello acabó en un beso. Pero no había sido un simple beso, o al menos, para ella no. Era la primera vez que experimentaba esa sensación, y le gustaba. Ya le habían gustado un par de chicas antes, pero no de esa forma. No sabía como había llegado a eso, solo fueron unas simples miradas, unas simples palabras, un simple beso. Pero para ella es como si la conociese de toda la vida, sintió algo especial desde el momento en que la miró.




Domingo, 19:30.
Laura.
Estaba con su chica, Carmen, en el parque, como casi cada tarde. Sabía que se había liado con otra chica a sus espaldas. Con otra chica a la que no conocía. Y también sabía que no había sido solo un simple beso, sentía algo más por aquella chica. Pero no sabe qué hacer. No sabe si debe decírselo a su chica, o no contarle nada, pasar del tema. No volvería a ver más a esa chica, no sabía nada de ella. Y realmente quería a Carmen. Debía olvidar a aquella chica. Eso haría, se olvidaría de Paula, dejaría pasar aquella noche, la olvidaría y nadie sabría nada de aquello. Volvería a centrarse en su chica, porque la quería. Pero por otra parte se sentía mal. Se sentía fatal al no poder contárselo y tener que mentirle. Pero la quería a ella y ya está. No iba a estropear nada.


Llevaban unos 4 meses saliendo, se conocían del instituto, y sentían una atracción muy fuerte entre ellas. Todo era perfecto. Laura sufrió mucho y luchó por conseguir conquistarla de alguna forma y al fin parecía que se habían enamorado y eran felices. 
Carmen era una chica alta, con un buen cuerpo. Tenía el pelo rizado, que le llegaba hasta la cintura. Tenía unos grandes ojos oscuros, siempre maquillados de negro. Tenía unos labios preciosos y una gran sonrisa, alrededor de la cual tenía 2 piercing y otro en la lengua. Paula. Paula también llevaba uno en la lengua... Tiene que dejar de pensar en ella, olvidarla, como sea.




Lunes, 18:32.
Paula.
Mira como su cigarro se va consumiendo lentamente, tiene los ojos rojos y brillantes, y su cara es ilegible. Parece como si no estuviese pensando en nada, pero lo cierto es que su mente está repleta de toda clase de pensamientos. Se dedica a mirar a un punto fijo, sin hablar.


Alex.
Se da cuenta de que a su amiga le pasa algo. Quiere decirle todo lo que siente, pero sabe que no es un buen momento para hacerlo. Se dedica a mirarla fijamente, sin decir nada, tratando de averiguar en que piensa su amiga, pensando a la vez en algo que decirle para animarla. Pero no sabe como, ni siquiera él está animado.


Los dos, sentados en el mismo banco, mirando como el cigarrillo de la chica se consume lentamente, sin decir nada, sin mirarse.

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